Y es que… ¿quién no se ha enamorado?, quizá la mayoría de las personas en algún momento de sus vidas han llegado a enamorarse o sentir atracción por alguna persona, y es que el amor es algo que ronda en el aire.
Es algo a lo que muchas veces no le encontramos una explicación desde los sentimientos, desde la razón, pero sí podemos darle una explicación desde su química, sí, el amor y la pasión tiene una química que nos hace sentir cosas que nunca pensamos por otra persona.
A continuación, explicaremos un poco sobre esa química y lo que nos genera a todos aquellos que en algún momento de nuestras vidas lo vivimos.
Por lo general, muchas personas tienen en su mente el ideal del hombre o la mujer con la cuál desean pasar el resto de su vida, pero no siempre resulta que nos enamoramos de esos ideales, surgen eventos que en ocasiones el amor o la pasión lleguen cuando, donde y con quien menos lo esperamos, y esto es debido a varias causas, como, por ejemplo:
Los estereotipos que la cultura nos inculca, la información que se recibe durante la crianza, y lo que se dialoga con los amigos durante la adolescencia entre otros.
Muchas veces nos formamos una expectativa sobre quien debemos enamorarnos o sentir atracción, pero como lo mencionábamos anteriormente, no siempre resulta de esta manera y es aquí donde nuestro cerebro y los neurotransmisores entran a jugar un papel de suma importancia, pero nunca son tenidos en cuenta.
La experiencia amorosa se encuentra en todas las culturas y es una de las situaciones más estimulantes en nuestras vidas, tanto que no nos percatamos que nuestro cerebro empieza a fabricar en grandes cantidades hormonas y neurotransmisores que se asocian al evento del amor y la pasión, así como cuando estamos muy estresados y los niveles de cortisol se elevan, sucede algo similar con la segregación de dopamina, feniletilamina y serotonina en la etapa del enamoramiento de todos los seres humanos.
Entonces ¿qué pasa en nuestro cerebro cuando nos enamoramos?
Al enamorarnos y tener toda nuestra atención puesta en alguien, en sus atenciones y todo aquello que hace para que nos sintamos mejor, empezamos a tener mayor carga de dopamina en nuestro organismo.
Este neurotransmisor está relacionado principalmente con el placer y cumple una acción importante en acciones como: comer, tener relaciones sexuales entre otros, por eso se debe tener principal cuidado con ella, pues esta relacionada con las adicciones las cuales generan placer, y a mayor placer, más necesidad de dopamina en el organismo.
Por otra parte, la feniletilamina ayuda a elevar los niveles de dopamina y produce oxitocina, hormona que activa el deseo sexual y que también esta relacionada con el apego. Y por último y no menos importante, tenemos la serotonina, que es conocida como el neurotransmisor de la felicidad y está muy ligada a las emociones y estados de ánimo, por eso al tener una desregulación en este neurotransmisor puede verse afectado el estado de ánimo.
Esto nos explica un poco, porque pasamos largas horas al teléfono con la persona que nos gusta sin sentirnos cansados, y tengamos altos niveles de excitación y sostenemos largos periodos de relaciones sexuales al inicio de una relación. Esa persona se nos vuelve como una droga y se pierde la capacidad incluso de juzgarle ante cualquier cosa.
Entonces, el amor y su química, ya sabes que además de los gustos y preferencias que todos tenemos al relacionarnos con alguien que sea una potencial pareja sexual o sentimental, nuestro cerebro tiene mucho que ver en este maravilloso proceso del enamoramiento.
Carolina Gutiérrez Gutiérrez – Psicóloga con énfasis en sexualidad y pareja.